
Soy una mente en construcción constante. Los procesos de aprendizaje y de desaprendizaje me estremecen. Me apasiona llegar a los orígenes. Soy curiosa. Encuentro regocijo cada vez que camino por mis pensamientos. Me seduce la locura y me amedrenta la monotonía. Mis manos y mis ojos, son mi fuente de inhalación y exhalación. Creo más en los actos que en la palabra hablada, mientras que tiemblo ante las letras ancladas por la tinta al papel. Encuentro mi éxtasis en el agua y la noche de luna llena. Reconozco mi poder en la soledad de una hoja blanca.
Soy cuerpo que envejece sin reparos de tiempo. Cuerpo maleable, sin vida propia. Llevo cicatrices que son recuerdo. Físicamente, no soy más que simbología compuesta, y a pesar de eso me aterra la entrada de la enfermedad.
Mi cuerpo es el vehículo de mi alma, nada más. No me molestan los conceptos que sobre él se tengan, no son mi modelo. Ser valorada por cómo luzco es lo que no quiero. Me pertenecen mi carne y mi pelo. Así como me pertenece mi alma en cuerpo ajeno.
Comments